GALLEGA ENVIANDO CARTA A SU HIJO

Querido hijo:
Te pongo estas líneas para que sepas que estoy viva. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer muy rápido. Si recibes esta carta es porque te llegó. Si no, avísame y te la mandotenuevo. Tu padre leyó que, según las encuestas , la mayoría de los accidentes ocurren a menos de un kilómetro de la casa. Así que nos hemos mudado más lejos. No vas a reconocer la casa nueva. El lugar es lindo. Tiene una lavadora. Pero no estoy segura de que funcione bien; justamente ayer metí la ropa, tiré de la cadena que tiene arriba, a un costado, y no he vuelto a ver la ropa desde entonces. El clima no es tan malo; la semana pasada llovió sólo dos veces: la primera vez por 3 días y la segunda por 4 días. La chaqueta que querías que te enviara, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con botones puestos pesaría demasiado y el envío resultaría costoso. Le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Te cuento que el otro día hubo una explosión de gas y tu padre y yo salimos despedidos por el aire y caímos fuera de la casa. ¡Qué emoción! Fue la primera vez en varios años que tu padre y yo salimos juntos! Sobre tu padre, te cuento que tiene un bonito trabajo; tiene 500 >personas debajo de él. Aunque le lleva mucho tiempo cortar el pasto en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió, pero como todavía no sé si es niño o niña, no te puedo decir si eres tío o tía. Si es una niña, piensa nombrarla como yo, es decir que llamará Mamá a tu sobrina. Tu primo Paco se casó y le reza todas las noches a su esposa porque ella le dijo que era virgen. A quien nunca más hemos visto es al tío Venancio, el que falleció el año pasado. Tu perro, Puki, sigue empeñado en perseguir a los autos estacionados. Perdona la letra y si hay faltas de ortografía, pero me he cansado de escribir y estoy dictándole a tu padre y ya sabes como es de bruto. ¡AH! Me olvidaba de contarte que tu hermano Juancito cerró el coche con las llaves adentro, y tuvo que ir hasta la casa a buscar el duplicado para sacarnos a todos del auto. Bueno, hijo, no te digo la dirección de la casa porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió aquí se llevó los números para no tener que cambiar de dirección. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte. Si no la ves, no le des saludos.
Tu madre que te quiere Josefa

PD: Iba a mandarte 100 pesetas, pero ya he cerrado el sobre.