Chiste
Nunca había entendido porqué las necesidades sexuales de los hombres
y las mujeres son tan diferentes entre si. Nunca había entendido
todo eso de Marte y Venus. Y nunca había entendido por qué los
hombres piensan con la "cabeza" y las mujeres con el corazón. Una
noche, la semana pasada, mi mujer y yo nos íbamos a la cama. Bueno,
empezamos un jueguito con el inevitable y picarón toqueteo mutuo.
Yo ya estaba a full y la tenía al mango, bien parada. Y es en ese
preciso momento en que me dice: "Mirá ... ahora no tengo
ganas mi amor, tan solo quiero que me abraces, sí?" Yo dije:"¿QUEEE?" Así
que me dijo las palabras
mágicas: "No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como
mujer". Al final, asumí resignadamente que esa noche no iba a cojer,
así que me dormí con la carpa armada al reverendo pedo.
Al día siguiente fuimos de compras al Patio Bullrich Shopping. Yo la
miraba mientras ella se probaba tres carísimos modelitos de vestido.
Como no podía decidirse por uno u otro, le dije que se llevara los
tres.
Entonces, emocionadísima y motivada por mis comprensivas palabras me
dijo que necesitaba unos zapatos que hicieran juego, que costaban
$600 el par, con que le conteste que me parecía perfecto.
Luego pasamos por la joyería, de donde salió con unos pendientes de
diamantes. Pobrecita... si la hubieran visto...¡Estaba tan
emocionada! Yo creo que pensó que yo me había vuelto loco, pero de
todas maneras no le
cuando me pidió un carísimo equipo profesional de palos de golf de
primerísima línea, porque si la muy pendeja no sabe ni agarrar bien
una verga, mucho menos va a saber agarrar un palo de golf, no?
Bueno, me parece que rompí con todos sus esquemas mentales cuando
también le dije nuevamente que sí.
Ella a esa altura estaba casi excitada sexualmente después de todo
esto... debían haber visto su cara!!. Fue ahí cuando, con su mejor
sonrisa, me dijo: -"Vení mi amor, vamos a la caja a pagar". Me costó
mucho aguantarme la risa cuando le dije: "No mi amor, creo que
ahora no tengo ganas de comprar todo eso"
De verdad, ojalá le hubieran visto su cara, se quedo pálida cuando
le dije: "Tan solo quiero que me abraces".
En el momento en que su impresionante cara de orto empezó a
transformarse en pura furia y odio, simplemente añadí: "No sabés
conectarte con mis necesidades financieras como hombre!!!!".
Creo que no volveré a coger hasta la primavera de 2038... pero...
qué dulce es el sabor de la venganza!
0 Comments:
Post a Comment
<< Home